Recorremos la provincia de León para descubrir la artesanía más tradicional, esa que los leoneses y leonesas han conseguido que perdure a través de los años
La artesanía y sus tradiciones son sin duda uno de los pilares de la cultura de cualquier región.
Y en nuestro pais, no son muchas las regiones que han sabido conservar unas tradiciones artesanales tan ricas y variadas como las que encontramos en León.
Para poner en valor y rendir el merecido homenaje a todos aquellos que han luchado por que estas tradiciones artesanales hayan sobrevivido al paso de los siglos, recorremos hoy nuestra provincia en busca de la mejor artesanía local.
Artesanía textil en Val de San Lorenzo
Val de San Lorenzo es un municipio leonés, situado en la Comarca de la Maragatería, muy próximo a Astorga.
Si por algo es conocido Val de San Lorenzo es por su artesanía textil, cuya tradición se remonta al siglo XVIII, en un proceso de la lana que abarcaba desde su peinado y cardado, hasta la confección de diferentes piezas en telares.
Tal fue la importancia de esta pequeña localidad leonesa en la artesanía textil, que a mediados de ese siglo XVIII había más de 80 fabricantes textiles, para una población que hoy no llega a los 600 habitantes.
De hecho siglos antes de los telares, ya se trataba la lana con las aún más tradicionales ruecas, pero sería a partir de mediados del siglo XVIII cuando despegó esta industria en Val de San Lorenzo.
De los talleres de esta localidad salieron, por ejemplo, mantas que se vendían al ejército español y también se exportaba artesanía textil a países tan remotos como Libia.
A día de hoy solo un par de familias mantienen la tradición del proceso completo, diseñando piezas de primera calidad y 100% artesanales que bien pueden ser un original recuerdo a llevarte y pasas por la localidad.
La mejor forma de aproximarse a esta tradición artesanal, es a través del Mueso Textil de Val de San Lorenzo o Batán Museo, situado en un antiguo edificio que ya estaba destinado a abatanar paños y mantas a principios del sigo XX y formado por 2 batanes movidos por fuerza hidráulica.
Alfarería de Jiménez de Jamúz
Y si hablamos de artesanía tradicional en León, sin duda nos viene a la mente Jiménez de Jamuz, pueblo con una tradición alfarera que data de muchos siglos atrás.
El secreto de esta afamada alfarería reside en la gran calidad de su materia prima, la arcilla y en la habilidad de sus alfareros transmitida de generación en generación.
Vasijas, botillos y vajillas de gran calidad no solo se distribuían dentro de la provincia leonesa, sino que se exportaban hacia otras regiones, sobre todo a principios del Siglo XX.
Y es que en los años 50 había más de 30 alfares funcionando a pleno rendimiento en Jiménez de Jamúz, que se redujeron a apenas una docena en los años 80 y hasta los tan sólo 4 que permanecen activos hoy en día, manteniendo viva la tradición.
Os comentamos, como curiosidad, que la calidad de la alfarería de este pueblo era tan valorada que el genial Antonio Gaudí mandó fabricar a los mejores artesanos de Jiménez de Jamuz todos los ladrillos necesarios para cubrir los nervios de las bóvedas y los arcos del Palacio Episcopal de Astorga.
También tiene Jiménez de Jamúz su propio museo, el Alfar-Museo, único dedicado a la alfarería en toda la provincia de León y que fuera inaugurado el 4 de noviembre de 1994 para reconocer esta tradición y para potenciar el desarrollo turístico de la zona.
Otra artesanía tradicional en León
Sin circunscribirnos a una zona concreta, también a lo largo y ancho de la provincia leonesa, podemos encontrar ejemplos de artesanía tradicional que ha perdurado de generación en generación y abarcando diversas disciplinas como:
- Artesanía de madera: La talla de la madera para la elaboración de piezas como madreñas, dulzainas o castañuelas ha sido una costumbre arraigada en nuestra región desde hace siglos, con especial trascendencia en localidades como Pío y Luyego.
- Cerámica: El arte y artesanía de la cerámica también tiene mucho arraigo en León y se basa en buena medida en el uso de técnicas tradicionales de esmaltado y cocción. Muchos de los mejores artesanos muestran sus obras en las diferentes ferias de cerámica que se celebran cada año en diferentes puntos de la provincia.
- Cestería: La cestería es una de esas artesanías a punto de exinguirse, pero que se resiste a ello. Para buscar elaboraciones más resistentes se utilizan el castaño, el afollado, el mimbre o la caña. Mientras que la paja de centeno y el codeso se utilizan más en la cestería fina.
- Piel y cuero: El trabajo artesano de la piel y el cuero se sigue realizando conforme a antiguas técnicas tradicionales. Incluye desde la selección y separación de la piel, pasando por la eliminación del pelo o la lana y finalmente el curtido de la pieza hasta su manipulación.
- Plumas de pesca: Gran prestigio tienen entre los pescadores, las plumas de pesca elaboradas en la ribera del Curueño, en localidades como La Cándana, Campohermoso, Aviados o La Mata de la Bérbula.
- Trajes típicos: Y tampoco podemos olvidarnos de la elaboración de indumentaria tradicional, que perdura desde hace siglos y que en cada comarca leonesa tiene sus rasgos diferenciadores. Desde los trajes de la montaña leonesa más sencillos a los de la ribera más ricos y vistosos, son todos representativos del folclore arraigado en la provincia.
También podríamos hablar de la artesanía en piedra, del encaje de bolillos o mismamente de la artesanía gastronómica, pero esto ya es otro tema.
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