Diversas investigaciones confirman que el león rampante símbolo del Reino de León, es el emblema heráldico con más antigüedad dentro de los escudos históricos de Europa
El famoso león púrpura rampante del Reino de León podría confirmarse, tras diversos estudios y documentación recopilada, que es el emblema heráldico más antiguo de Europa.
En concreto aparecería ya documentado en el año 1126, cuando bajo el reinado de Alfonso VII, se acuñaran unas monedas (óbolos de vellón) en las que aparecía representado el león en una de sus caras.
Ya a finales del propio reinado de Alfonso VII (1126-1157), la figura del león se hizo recurrente en diferentes documentos regios como un signo personal del rey y posteriormente, ya bajo los reinados de Fernando II (1157-1188) y Alfonso IX (1188-1230) su presencia se generalizó.
Esta prueba, sitúa al león del Reino de León, bastantes años por delante de otros emblemas heráldicos antiguos tan conocidos como los leopardos ingleses (1158), el castillo de Castilla (1175), las flores del lis francesas (1179) o el águila del Sacro Imperio (1200).
Del león pasante al león rampante
Lo cierto es que esa imagen del león rampante que todos tenemos en mente no siempre fue así, ya que en un principio era pasante, es decir en posición de pasear. ¿Por qué?
Pues este cambio pudo deberse simplemente a una cuestión de diseño y de espacio a la hora de ubicar 2 leones en una misma bandera.
Porque en la heráldica medieval era algo muy frecuente el rellenar las banderas con 2 leones y el que estos estuvieran en posición pasante planteaba un problema de espacio.
Por eso se produjo esta evolución al león rampante, como solución a dicho inconveniente y que es como ha llegado al escudo de León en la actualidad.
El león rampante se representa de perfil, levantado sobre la pata trasera izquierda con las patas delantera derecha e izquierda adelantadas, como en disposición de agredir. La cola se representa elevada en vertical y formando onda el extremo que acaba en borla.
Con respecto al color tradicionalmente se vino utilizando el color morado o púrpura para representar al león, sobre fondo blanco o plateado siguiendo las normas de la heráldica.
Y si hablamos de la corona sobre la cabeza del León, su aparición fue ya bastante posterior, durante el reinado de Sancho IV (1284−1295), rey ya de Castilla.
¿Por qué el león?
Pues la realidad es que nada que ver con la representación del selvático animal, sino que se trata de una denominada «figura parlante».
Este término de figura parlante, en heráldica, se refiere a la representación de una palabra.
Por eso, el león del Reino de León no refleja al felino, sino que es una derivación de la palabra «legio», referida a la Legio VII Gemina, legión romana que estuvo asentada en tierras leonesas durante 4 siglos y que dio origen a la ciudad.
En resumen, así como la ciudad de León nace del asentamiento de las legiones romanas en nuestro territorio, el propio nombre de León surge en romance de la palabra «legio» y el león como emblema heráldico que representa dicha palabra y no al animal.
La importancia simbólica del león en España
Si realizáramos una encuesta preguntando por un animal que representara a nuestro país, seguramente el toro ibérico sería el ganador y sin embargo, ningún otro animal como el león ha formado parte tanto de la literatura, como el arte o la simbología heráldica en España.
Como ya indicamos fue el rey Alfonso VII el primero en utilizar la figura de del león como símbolo de la monarquía, algo que se generalizaría ya mucho más allá del propio fin del Reino de León (910-1230).
Así, bajo el reinado de Felipe II (1527-1598), se empezó a hablar ya de «el león de España», representándose, por ejemplo, en numerosa heráldica el enfrentamiento entre un león coronado (símbolo de España) y un dragón (símbolo de Portugal), como reflejo de la anexión a España del país vecino en 1580.
Durante la misma época sería un elemento recurrente como símbolo del país en mapas y otras ilustraciones o en los galeones españoles del siglo XVII que lo portaban como mascarón de proa.
Artísticamente y a partir de Felipe II, encontramos muchos retratos de cuerpo entero de monarcas acompañados junto al trono de esculturas de un león o hablando también de esculturas, tenemos por ejemplo la famosa escultura ecuestre de Felipe IV en la plaza de Oriente de Madrid, custodiada por 4 leones en sendas esquinas.
Y si nos vamos ya a una época mucho más actual, el ejemplo más claro lo encontramos en los 2 leones situados a la puerta del Congreso de los Diputados, como guardianes de nuestra democracia.
Espero que este post os haya servido para comprender un poco el origen del emblema heráldico del león como símbolo histórico del Reino de León y hasta nuestros días, así como su importancia dentro de España.
Ya lo dice nuestro himno: Sin León no hubiera España, que antes que Castilla leyes, concilios, fueros y reyes dieron prestigio a León.
Es increíble que nuestra historia, tan importante, tan densa, tan envidiable, sea tan desconocida, tan ignorada, tan maltratada.
Buenos días soñé con dos emblemas y no logro encontrarlos .
Uno es un leon rampante que está hacia la derecha y se giró a la izquierda y luego aparecieron dos aspas .
En el otro son 4 leones rampantes dos a cada lado .
Tienen alguna referencia sobre estos datos?
Muy interesante. Gracias.
La Diputación Provincial de León amputó la pata izquierda del león en su logotipo. Puede comprobarse.
Tiene algún significado que el león mirase hacia la derecha en vez que a la izquierda?. Solo he visto una bandera que mirase el león rampante pasante hacia la derecha
Manda narices que unos supuestos investigadores se dediquen a falsear la Historia.
Como muy bien dicen, el león rampante aparece con Alfonso VII, PORQUE ES SU EMBLEMA NOBILIARIO, EL DE LA CASA DE BORGOÑA, nada que ver con León, que por entonces seguía llamándose Legio. Nunca hubo un león «pasante» predecesor de este rampante, el atribuido a Bermudo III es un fake sin ninguna base.
«Estudios» cínicos como éste contribuyen a crear la Historia de España de manera que nada tiene sentido desde el principio hasta el fin, sirviendo sólo para respaldar las interesadas posiciones oficiales.