El Panteón de los Reyes de León, conocido como la ”Capilla Sixtina del Arte Románico” es una de las joyas que esconde la Basílica de San Isidoro.
En el interior la Basílica de San Isidoro o Real Colegiata Basílica de San Isidoro si atendemos a su nombre completo, podemos encontrar el Panteón de los Reyes, lo que podría considerarse la joya de la corona dentro del ya de por sí espléndido monumento.
Y es que la Basílica de San Isidoro es, sin duda, uno de los conjuntos arquitectónicos de arte románico más importantes de España y por supuesto el Panteón de los Reyes tiene buena «culpa» de ello.
Descubre con nosotros el Panteón de los Reyes de León y déjate maravillar por sus frescos, pero antes una pequeña aproximación a San Isidoro y su historia.
Historia de la Basílica de San Isidoro
El origen de la Basílica de San Isidoro, mucho antes de que fuera tal, es romano, ya que hay indicios de que en los terrenos donde ahora se eleva, había en su momento un antiguo templo romano dedicado al dios Mercurio.
Sobre esa base se construiría posteriormente una iglesia dedicada a San Juan Bautista y su lado, en el año 966 se comienza la construcción de un monasterio que albergaría los restos de San Pelayo.
Iglesia y monasterio fueron arrasados por Almanzor en el año 988 y no sería hasta la época de la reconquista y bajo el mandato del rey Alfonso V cuando comienza su reconstrucción, en este caso como el Monasterio de San Juan y San Pelayo de estilo prerrománico.
Ya en el siglo XI y reinando Fernando I el Magno, la reconstrucción del templo sustituyendo el ladrillo y tapial por piedra sillar o labrada, le da a la basílica un aspecto similar al actual y es cuando ya podemos hablar de arte románico.
Es bajo el reinado de Fernando I cuando cambió su nombre por el de San Isidoro, coincidiendo con el traslado de los restos del santo sevillano al monasterio en el año 1063.
Tras la muerte de Fernando I, fue su hija, la Infanta Urraca quién continuó con la labor de ampliación del templo dotándolo, por ejemplo, de sus actuales 3 puertas románicas.
Fallecida ya la Infanta Urraca, fueron el rey Alfonso VII el emperador y su hermana Sancha Raimúndez los que dieron continuidad al proceso de construcción de la basílica que sería finalmente consagrada el 6 de marzo de 1149.
Los reyes del panteón
El Panteón de los Reyes de León, tiene su origen en la idea del rey Alfonso V de León de trasladar los cuerpos de diversos reyes y reinas dispersos por todo el territorio leonés a San Isidoro (por entonces aún Monasterio de San Juan y San Pelayo) para que yacieran todos juntos.
La obras finales de construcción y patrocinio de las pinturas del Panteón de los Reyes tienen lugar bajo el mandato ya de Fernando I y su esposa Sancha (hija de Alfonso V).
En el panteón descansan los restos de un total de 33 miembros de la Corte Leonesa, contando con 11 reyes, 12 reinas y 10 infantes, además de 9 condes y diversos nobles.
En concreto este es el listado completo de reyes, reinas e infantes enterrados en el panteón:
Reyes
- Alfonso IV de León (890-933)
- Ramiro II de León (900-951)
- Ordoño III de León (926-956)
- Ordoño IV de León (924-960)
- Sancho I de León (935-966)
- Ramiro III de León (961-984)
- Bermudo II de León (956-999)
- Alfonso V de León (994-1028)
- Bermudo III de León (1016-1037)
- Sancho Garcés III, rey de Navarra (990-1035)
- Fernando I de León (1016-1065)
- García de Galicia, (1042-1090)
Reinas
- Urraca I de León, (1081-1126)
- Sancha de León (1013-1067)
- Oneca de Pamplona (m. 931)
- Sancha Gómez (m. 983)
- Elvira García (m. 1027)
- Elvira Menéndez (m. 1022)
- Jimena Sánchez (1012-1063)
- Zaida, esposa de Alfonso VI de León.
- Urraca de Portugal (1148-1188)
- Teresa Fernández de Traba (m. 1180)
Infantes
- Urraca de Zamora (1033-1101), infanta de León y señora de Zamora.
- Elvira de Toro (1039-1099), infanta de León y señora de Toro.
- Sancha Raimúndez (1102-1159), hija de Urraca I de León y de Raimundo de Borgoña y hermana de Alfonso VII de León.
- Estefanía Alfonso la Desdichada (1151-1180), hija ilegítima de Alfonso VII de León y de Urraca Fernández de Castro.
- Fernando de León (1178-1187), hijo del rey Fernando II de León y de Teresa Fernández de Traba.
- García Fernández de León (1180-1184), hijo del rey Fernando II de León y de Urraca López de Haro.
- Leonor de León (1198-1202), hija del rey Alfonso IX de León y de la reina Berenguela de Castilla.
- María de Castilla (1235-1235), hija de Fernando III de Castilla y de la reina Beatriz de Suabia.
La Capilla Sixtina del Arte Románico
El Panteón de los Reyes, también conocido como Panteón Regio o Capilla de los Reyes se configura en forma cuadrangular y está articulado por dos gruesas columnas que dividen el espacio en tres naves, cada una con dos tramos, lo que da lugar a las las seis bóvedas que los caracterizan.
Las columnas exentas o aisladas, son gruesas y achatadas y presentan esculturas en los capiteles con ornamentación vegetal y animal, así como diversas escenas bíblicas.
Pero lo que destaca en esta capilla y lo que le ha valido el sobrenombre de la «Capilla Sixtina del Arte Románico» son las pinturas de las bóvedas, realizadas con la técnica al fresco, lo que ha facilitado que lleguen hasta nuestros días en un magnífico estado de conservación.
En las 6 bóvedas de la capilla y comenzando en el muro más meridional se desarrollan, siguiendo el sentido de las agujas del reloj, los tres ciclos de la vida de Cristo: Navidad, Pasión y Resurrección, culminando en la puerta de acceso a la iglesia.
Así se estructuran las pinturas de los tres ciclos litúrgicos:
- Ciclo de la Navidad: Pinturas sobre fondo blanco, con predominio de colores rojos y azules y representándose la Anunciación, la Visitación, la Epifanía, la Natividad, el anuncio a los pastores, la huida a Egipto, la circuncisión y la degollación de los Inocentes.
- Ciclo de la Pasión: Comienza con una esplendorosa representación de la Última Cena, siguiendo con diversas escenas de la Pasión y con la Crucifixión.
- Ciclo de la Resurrección: En este ciclo las pinturas incluyen profetas, evangelistas y santos, en torno al gran Pantocrátor o Cristo en majestad y se representan la Gloria de Cristo según el Apocalipsis de San Juan, el Maiesatas Domini y la entronización del año.
El conjunto se completa con varias pinturas con motivos populares de carácter pagano, como un calendario agrícola o la representación de los signos del zodiaco.
En definitiva, se trata de una joya que los leoneses tenemos al alcance de la mano y que ninguno debería de evitar visitar al menos una vez en su vida y que por supuesto, es fundamental para cualquier turista que llegue a León.
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Muy agradecido.
Muy oportuna corrección.
Genial explicación. Yo destacaría también que dentro de los capiteles, hay dos muy interesantes, La Resurrección de Lázaro y La Curación del Leproso, y es que se pueden ver unas de las primeras representaciones que se hacen de Cristo, ya que antes de ese monento no lo hacían, prueba de elllo las cruces, eran anicónicas, a partir del XI comienzan a representarlo.