El reciente incendio de la catedral de Notre Dame ha devuelto a la actualidad el incendio de la catedral de León que tuvo lugar el 26 de mayo del año 1966. Repasamos todos los hechos que acontecieron ese día.
Ocurrió hace más de 50 años y quizás muchos hasta lo desconocían, pero un reciente y trágico hecho ha vuelto a sacar a la luz el incendio de la catedral de León que tuvo lugar el 26 de mayo de 1966.
Y es que este pasado 15 de abril de 2019 medio mundo quedó impactado con las imágenes de un terrible incendio que casi destruye el monumento más visitado por turistas de todo el mundo, la catedral de Notre Dame en París.
Por suerte y aunque los destrozos han sido muy importantes, la estructura de la catedral parisina sobrevivió al incendio, como también ocurrió con la pulchra leonina aquel mes de mayo de 1966 y ahora luce en todo su esplendor, sin duda un espejo en el que pueden mirarse los franceses.
Por eso pensamos que es un buen momento para recordar aquel incendio de la catedral de León, tanto las causas del mismo, como el buen hacer de los bomberos y personas implicadas en su extinción que salvaron nuestro monumento más importante.
El origen del incendio de la catedral de León de 1966
Fue un 29 de mayo del año 1966 y serían alrededor de las seis y media de la tarde cuando un potente rayo alcanzó la cubierta de la catedral de León, aunque de primeras no se atisbaba aún que el mismo hubiera provocado incendio alguno.
De hecho no sería hasta las ocho de la tarde cuando aparecieran las primeras señales de humo, justo cuando Fidel Alonso, el entonces provisor del obispado, estaba oficiando una misa en la catedral lo que obligó al desalojo de los feligreses que acudían a la misma.
A partir de ese momento la oscuridad de la noche dejó ya ver claramente las llamas del incendio que rápidamente fue ganando en intensidad y así a las 21:30 horas ya estaba ardiendo toda la techumbre de la catedral, desde el ábside hasta el hastial de la fachada principal.
En ese momento toda la ciudad estaba ya alarmada con lo que estaba pasando y ya los bomberos de León se afanaban en apagar el incendio, habiéndose solicitado ayuda también a bomberos de provincias limítrofes como Zamora, Valladolid, Palencia, Santander, Oviedo o Avilés, aunque finalmente y por suerte, no fue necesaria la intervención de todos.
Las claves en la extinción del incendio de la catedral de León
Como decíamos anteriormente el despliegue de los bomberos de León fue inmediato en cuanto las llamas comenzaron a ser visibles cayendo la noche sobre León y también casi de inmediato se movilizaron a bomberos de provincias limítrofes.
Sin embargo y según afirman las crónicas, hay una figura que fue clave en la extinción del incendio de la catedral de León aquella tarde noche de Pentecostés y no fue otra sino Andrés Seoane, cantero, tallista, escultor y restaurador.
Andrés Seoane había trabajado ya por aquella época en la restauración de iglesias a lo largo de toda la geografía española y su experiencia en la materia fue la que hizo que el gobernador civil de León en ese momento pusiera a Andrés al mando.
Andrés Seoane conocía el edificio de la catedral de León como la palma de su mano y era consciente de la ya de por sí compleja y delicada estructura de la pulchra leonina.
Y es que si hay algo por lo que destaca la catedral de León es por la calidad y gran cantidad de vidrieras que la conforman, algo que a nivel estructural confiere al edificio un delicado equilibrio.
De hecho el propio Gaudí, que pasó mucho tiempo en León supervisando la construcción de la Casa Botines había mostrado pública admiración por la pericia arquitectónica de los constructores de la catedral leonesa.
Andrés Seoane era consciente de que las bóvedas de la catedral de León estaban construidas con una piedra muy porosa, capar de resistir muy bien el fuego, pero también propensas a absorber el agua.
Esta piedra toba, de origen volcánico es más ligera, pero su estructura porosa hace que absorba el agua muy bien y por eso si no se tenía cuidado en el agua vertida por los bomberos sobre las mismas, el aumento de peso y la descompensación podrían haber colapsado la catedral cual castillo de naipes.
Por eso los bomberos se limitaron a mojar los muros en zonas muy concretas y estratégicas, dejando las llamas solo en la parte superior que finalmente y tras 5 horas de trabajo, fueron controladas.
Y por eso cuando el presidente de los EEUU, Donald Trump, publicó un tuit sugiriendo que se extinguiera el fuego de Notre Dame con agua arrojada desde aviones, muchos se llevaron las manos a la cabeza…
Diferencias y similitudes con el incendio de la catedral de Notre Dame
Lo cierto es que aunque ya han pasado más de 50 años desde el incendio de la catedral e León, son muchos los medios de comunicación que se han hecho eco estos días del mismo por las similitudes con el reciente incendio de la catedral de Notre Dame.
Pero, más allá de ser incendios de 2 majestuosas catedrales ¿Cuáles son similitudes? ¿Y cuáles son las diferencias?
En cuanto al origen del incendio, si que parece haber una similitud en cuanto a la accidentalidad del mismo, por un rayo en el caso de la catedral de León y por unas obras de restauración en el caso de la catedral parisina.
La otra similitud más importante es la techumbre de madera presente en ambos edificios y que en ambos casos favoreció la rápida propagación del fuego y la voracidad el mismo.
Otra similitud en este caso fue el buen hacer de los bomberos en las tareas de extinción del fuego, lo que evitó en buena medida males mucho mayores, aunque la catedral de Notre Dame, finalmente si que sufrió mayores daños.
Y estos daños mayores, y aquí entramos en la diferencia principal entre ambos incendios, fueron provocados por la caída de la aguja de la catedral de Notre Dame, que destrozó una de las bóvedas.
Y es que esta aguja, hecha de madera y plomo ardió con suma facilidad y al caer con tanta fuerza produjo el consiguiente desplome de la bóveda sobre la que cayó y esa fuerza de la caída la posible descompensación de pesos es lo que aún a día de hoy preocupa en París, temiéndose que la propia estructura de Notre Dame esté dañada.
Veremos en todo caso, porque la verdad es que las muestras de solidaridad no se han hecho esperar y dinero no va a faltar la restaurar el que pasa por ser uno de los monumentos más importantes de Europa.
Sirva esto en todo caso para conocer un poco más de la historia de nuestra joya más preciada, la pulchra leonina.
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