Finalizamos nuestro repaso por las 7 Reservas de la Biosfera de León, por la Reserva de la Biosfera de los Valles de Omaña y Luna, otra maravilla natural de la provincia leonesa.
Durante los últimos meses hemos estado haciendo un repaso por las Reservas de la Biosfera de León, que con un total de 7, hace de nuestra provincia la más prolífica en cuanto a estas distinciones de toda España.
Esto no hace sino poner más énfasis en el potencial turístico de León, en este caso desde el ámbito natural, que se suma a su cultura, historia, gastronomía o folklore por ejemplo.
Hoy ponemos el punto de mira en la séptima de estas reservas de la Biosfera y no por ello menos importante, la Reserva de la Biosfera de los Valles de Omaña y Luna.
Ficha técnica de la Reserva de la Biosfera de los Valles de Omaña y Luna
- Los Valles de Omaña y Luna recibieron la distinción de Reserva de la Biosfera por la UNESCO en el año 2.005.
- Cuenta con una superficie total de 81.159 hectáreas, siendo la misma un 19% núcleo, un 74% tampón y un 7% transición.
- Se localiza en el noroeste de la provincia de León y en concreto la conforman los municipios de Los Barrios de Luna, Murias de Paredes, Riello, Sena de Luna, Soto y Amío y Valdesamario, para una población superior a los 3.200 habitantes.
- Se trata de una región Eurosiberiana/Atlántica Europea desde el punto de vista biogeográfico.
- Otras figuras de protección dentro de esta zona son:
+ Espacio Natural Valles de Babia y Luna (En trámites para ser futuro Parque Natural).
+ Lugar de Importancia Comunitaria (LIC).
+ Zona de Especial Protección Aves (ZEPA).
Valles de Omaña y Luna
Una reserva de la biosfera llena de historia
La Reserva de la Biosfera de los Valles de Omaña y Luna, lleva precisamente el nombre de las cuencas de dos de los ríos más importantes que discurren por León, los ríos Luna y Omaña.
Dichas cuencas están conformadas por una serie de pequeños pero muy fértiles valles que se sitúan en las estribaciones montañosas que sirven de nexo entre la Cordillera Cantábrica y los Montes de León.
Si hay algo que caracteriza a esta reserva de la biosfera es el excelso patrimonio cultural e histórico presente a lo largo y ancho de todo el territorio que la conforma.
Y es que se ha podido datar presencia humana en estos valles, nada más y nada menos que desde la Edad de Bronce, encontrándose vestigios de dicha presencia en diferentes castros y teniendo en el «Ídolo de Rodicol» a su principal hallazgo.
El ídolo de Rodicol, es una pieza única datada entre el año 1.800 y el 2.000 antes de Cristo, hallado en un cerro conocido como El Cotorriello, sobre el río Omaña y que ahora mismo es una de las joyas presentes en el museo etnográfico de León situado en el Edificio Fierro.
También el imperio romano dejó su huella en este territorio, la cual es perceptible de forma muy fehaciente por ejemplo en alguna de las calzadas como la que atravesaba el valle de Luna y que permitía el acceso al interior de la Cordillera Cantábrica desde propia la ciudad de León.
Algunos de los yacimientos arqueológicos más destacados de la zona son por ejemplo:
- Barrios de Luna: Castros de la edad de Hierro en Mallo de Luna; Útiles metálicos de la Edad de Bronce, en Barrios de Luna y en Mirantes de Luna.
- Murias de Paredes: Diversas minas auríferas romanas como las de Bocarriecha, El Suspirón, La Poza de Valmián o Peña Ferrera; Castro del Alto del Cuerno en Lazado; Necrópolis de Santa Ana en Barrio de la Puente.
- Riello: Castro de Los Cortinones en Castro La Lomba y castro de El Castrellón en Ceide y Orrios; Minas auríferas romanas de Las Viñuelas en Riello, de Val de Griso en Vegarienza o del Alto de las Fornías, La Infiesta, Las Fornías y Las Pozas de Llavachos en Marzán; Cuevas de La Peña del Pozo y Peña Furada en Salce.
- Soto y Amío: Necrópolis medieval de La Iglesia en Santovenia de San Marcos y de Cuesta de la Iglesia en Soto y Amío; Mina aurífera romana de Las Canalejas en Quintanilla; Castros (Edad del Hierro y romano) de Los Castros en Carrizal y El Castro, en Garaño.
- Valdesamario: Minas auríferas romanas de Camparón y Valdelapuente en Paladín y de Ponjos en Ponjos; Castros romanos de El Castro, Arandiel y Mata del Castillo en La Utrera; Santuario de Nuestra Señora de la Garandilla en La Garandilla.
También un paraíso natural
Pero aparte de los impresionantes vestigios históricos que encontramos en el territorio de la Reserva de la Biosfera de los Valles de Omaña y Luna, no podemos olvidar su diversidad paisajística y natural.
Por un lado se trata de una zona muy importante desde el punto de vista geológico, en la cual podemos ver por ejemplo el bosque fósil de Valdesamario, la cuenca carbonífera de La Magdalena, el valle glaciar del Boeza o el yacimiento de trilobites del Paraje La Tijera.
Por otro lado su biodiversidad es muy rica, con amplias masas boscosas incluyendo hayedos, robledales, abedulares o acebedas y con la presencia de una gran variedad de especies de fauna, alguna de ellas en peligro de extinción como el oso pardo o el urogallo cantábrico, esta última para la que se cuenta con un Plan de Recuperación especial.
Y es por esto que desde la Reserva de la Biosfera de los Valles de Omaña y Luna y para ayudar a preservar este entorno natural, se fomenta el ecoturismo promocionando ferias especializadas o desarrollando actividades y proyectos específicos de conservación y comunicación al respecto.
Si aún no conoces esta reserva de la biosfera, aún estás a tiempo de visitar sus espectaculares parajes naturales y de hacer un viaje al pasado recorriendo los muchos vestigios que sus antiguos moradores dejaron en la zona.
Esperamos que te haya gustado este post y te haya servido para conocer un poco más esta región leonesa. Si ha sido así, te animamos a comentar tus impresiones y a que leas también este otro artículo que publicamos anteriormente:
4 comentarios en “Valles de Omaña y Luna, Reserva de la Biosfera”