León es una ciudad íntimamente ligada al Imperio Romano y nuestras calles reflejan dicha huella, descubre el legado romano de la ciudad de León
Cuando hablamos del origen histórico de la nuestra ciudad, es imposible no hacer referencia al todopoderoso Imperio Romano, que tuvo en nuestras tierras un asentamiento fijo con la Legio VII, legión romana que dejó su huella en la ciudad, el legado romano de León.
Y es que como ya vimos en un post anterior, la Legio VII Gemina fue una legión romana establecida en León superada ya la primera mitad del siglo I y en torno a cuyo asentamiento empezó a crecer y a forjarse la propia ciudad de León.
En todo caso y aunque la Legio VII tuvo un asentamiento en nuestra ciudad durante varios siglos, no fue la primera legión en llegar a nuestras tierras, sino que unos años antes ya lo había hecho la Legio VI Victrix.
Esta legión fue la única que quedó en Hispania a principios del siglo I, una vez se dieron por concluidas las Guerras Cántabras, y después de que otras legiones como la I Adiutrix, la II Augusta o la IV Macedonica dejaran la península.
En todo caso y hecha esta aclaración vamos ya a repasar el legado romano de nuestra ciudad, de la ciudad de León…
Porta Principalis Sinistra
Cuando la Legio VII construyó su primer campamento aquí, este tenia forma cuadrangular y estaba protegido por una fortificación, a cuyo interior se podía acceder a través de 4 puertas, una por lado de dicha fortificación.
Lo que fueron estas 4 puertas, en la actualidad solamente se conservan restos arqueológicos de la que se situó en el lado orietal, la denominada Porta Principalis Sinistra, la cual estaba flanqueada por 2 torres rectangulares.
Los restos de estas torres pueden visitarse en la cripta arqueológica de Puerta Obispo, al lado de la Catedral de León y donde también es posible ver los restos de lo que fue una terma romana.
Via Principalis
La Porta Principalis Sinistra se unía con la Porta Principalis Dextra, la cual estaría situada según estudios donde ahora se alza el Palacio de los Guzmanes, a través de la Via Principalis.
Los restos de la Vía Principalis se encuentran por debajo de nuestra emblemática calle Ancha y de hecho algunos de estos se pueden ver perfectamente en el homónimo local de restauración leonés.
El acueducto
Los romanos eran auténticos genios de la las obras de arquitectura e ingeniería y buena prueba de ello son sus acueductos, los cuales servían para abastecer de agua a las ciudades.
León también tuvo su acueducto, aunque no vayamos a pensar en nada parecido al más conocido de nuestro país, el de Segovia. Este tenía una construcción mucho mas sencilla pero igualmente eficaz.
Del acueducto de León no quedan muchos vestigios, pudiendo encontrarse los restos mejor conservados en el museo de San Marcos y que en todo caso forman parte de este legado romano.
Aljibe de San Pedro
También relacionado con el agua, debemos hacer mención al Aljibe de San Pedro, con forma rectangular y dimensiones de 35 metros de largo por 12 metros de ancho y que se puede ver en un lateral del conocido parking de San Pedro, justo por detrás de la Catedral y donde muchos leoneses aparcamos.
El aljibe no era otra cosa sino un recurso arquitectónico usado por los romanos para almacenar agua, por lo general potable y su posterior consumo, ya fuera humano o agrícola.
Muralla de los Cubos
La Muralla de los Cubos es una espectacular fortificación romana, cuya construcción data de finales del siglo III y principios del siglo IV y cuyos restos se encuentran en un estado de conservación bastante bueno, siendo uno los exponentes más importantes del legado romano en León.
La Muralla de los Cubos tiene un tamaño más que considerable, por un lado en cuanto a la altura, ya que supera los 7 metros de altura en algunos puntos y por otro lado en cuando a longitud, ya que se llegaron a contabilizar en su momento más de 70 torres en la misma.
De estas más de 70 torres, cuyo diámetro alcanza los 8 metros, se conservan actualmente en la ciudad 36, entre las cuales destacan por su estado de conservación por ejemplo, la Torre de la Basílica de San Isidoro o la Torre de los Ponce (detrás de la Plaza Mayor).
Anfiteatro
Los romanos también eran amantes del arte y el espectáculo y dentro de sus edificaciones en este sentido, tenían especial relevancia los anfiteatros, de mayor o menor tamaño, pero que en todo caso servían para acoger espectáculos y juegos, como las míticas luchas de gladiadores.
En León también tenemos los restos de lo que podría haber sido un pequeño anfiteatro, aunque este extremo no está del todo claro y se trata de la Cripta de Cascalerías.
Situada en pleno Barrio Húmedo, en la homónima calle Cascalerías, se trata de una galería de unos 60 metros de largo, por 1,5 metros de ancho y con aproximadamente 3 metros de altura y que como decíamos podrían ser los restos de un pequeño anfiteatro.
Aula Arqueológica de Santa Marina
El Aula Arqueológica de Santa Marina, situado en el extremo septentrional del recinto amurallado, supone para muchos expertos lo que podría ser el germen del origen de nuestra ciudad.
De hecho, aquí podemos encontrar restos arqueológicos de las 2 legiones romanas que estuvieron en nuestra ciudad, tanto la Legio VII como la Legio VI Victrix, comor la muralla augustea, la julio-claudia o la muralla altoimperial.
También podemos encontrar aquí la primitiva Iglesia de Santa Marina o la muralla tardorromana… un lugar sin duda por descubrir para muchos leoneses.
Todo turista que venga a León o todo leonés que aún no haya descubierto este legado romano, puede descubrirlo a través de la creada Ruta Romana de León, que en todo caso tiene al Centro de Interpretación del León Romano de Puerta Castillo, como el centro de referencia.
Como podemos ver los restos de la Antigua Roma en León son más que palpables, solo falta acercarse a ellos y descubrirlos ¿ya lo has hecho?