El Pico Gilbo, situado entre las localidades de Riaño y Horcadas y en pleno Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre, puede que sea posiblemente el pico más emblemático de Riaño y uno de los más conocidos de la montaña leonesa.
Y es que la provincia de León es uno de esos lugares que sorprenden a cada paso. No solo por su historia, su arquitectura o su gastronomía, sino también —y sobre todo— por su naturaleza. Es un verdadero paraíso para los amantes del aire libre.
Con siete Reservas de la Biosfera, montañas imponentes, valles verdes y ríos que serpentean por paisajes espectaculares, León es sin duda una de las provincias más bellas de España. Y entre sus muchos tesoros naturales, hoy nos detenemos en uno que fascina a quienes lo descubren: el Pico Gilbo.

Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre: un tesoro natural leonés
El Pico Gilbo se alza dentro del espectacular entorno del Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre, uno de los espacios naturales más valiosos de León. Este parque, con una extensión de más de 87.000 hectáreas, ocupa el noreste de la provincia y se extiende por comarcas tan emblemáticas como Riaño, Valdeburón o Sajambre.
Este entorno destaca por su extraordinaria biodiversidad y por la riqueza paisajística que ofrece al visitante: picos escarpados, valles profundos, ríos cristalinos y una vegetación exuberante que cambia con cada estación.
En él se encuentran algunos de los ecosistemas mejor conservados de la Cordillera Cantábrica, donde conviven especies tan emblemáticas como el oso pardo, el urogallo cantábrico o el lobo ibérico.
Además, es un espacio que combina naturaleza y tradición. Dentro del parque se pueden visitar numerosos pueblos de montaña donde aún se conservan costumbres, arquitectura popular y una hospitalidad que enamora al visitante.
La red de senderos y rutas señalizadas permite recorrer este paraíso de forma segura, siendo el Pico Gilbo una de las cumbres más icónicas que coronan el paisaje.
Para los amantes de la montaña, la fotografía o el turismo rural, el Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre es un destino imprescindible. Aquí la naturaleza se muestra en su máxima expresión y ofrece experiencias que dejan huella.
Características del Pico Gilbo
El Pico Gilbo se encuentra entre las localidades de Riaño y Horcadas, en pleno corazón de la Montaña Oriental Leonesa. Su altitud, de 1.679 metros, no lo convierte en uno de los picos más altos de la provincia, pero sí en uno de los más llamativos.
La silueta afilada del Gilbo, visible desde buena parte del entorno de Riaño, se recorta contra el cielo con una forma puntiaguda que atrae todas las miradas. De ahí que muchos lo comparen con el Matterhorn o Cervino de los Alpes.
Desde su cima, el paisaje es de postal: el embalse de Riaño se extiende a sus pies como un espejo azul, mientras que otras cumbres como el Pico Yordas o las Peñas Pintas completan la panorámica. Un lugar perfecto para los amantes de la fotografía y la montaña.
Debido a su esbelta y característica vertiente norte muy similar al Cervino de los Alpes, es conocido también como el «cervino leonés»
Ruta de ascensión al Pico Gilbo
La ascensión al Pico Gilbo no es excesivamente larga, pero requiere estar en buena forma física. Hay dos rutas principales para alcanzar su cumbre: desde Riaño y desde Horcadas.
Ruta desde Riaño
Es la opción más popular. Se inicia en el aparcamiento junto al puente nuevo de Riaño. Desde allí, un sendero asciende suavemente, bordeando el embalse, para luego adentrarse en un bosque de robles y hayas.
Tras un tramo más inclinado, se llega al Collado de la Pedrera, donde comienza la subida final al pico. Aunque no es una ruta técnica, esta última parte es exigente y requiere atención, especialmente si el terreno está húmedo.
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Distancia: 7,7 km ida y vuelta
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Desnivel: 630 metros
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Duración: 4 horas y media (ida y vuelta)
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Dificultad: Moderada

Ruta desde Horcadas
Menos frecuentada pero igual de bella. Parte desde la iglesia de Horcadas y sigue una senda marcada, pasando por la fuente de la Majada de las Pecinas y el Collado del Baile. Desde allí, se conecta con la ruta que viene de Riaño para abordar juntos el tramo final.
Ideal si buscas tranquilidad y un recorrido algo diferente.
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Distancia: 6 km ida y vuelta
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Desnivel: 580 metros
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Duración: 4 horas (ida y vuelta)
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Dificultad: Moderada
Naturaleza y fauna en el entorno del Gilbo
Además de su espectacularidad visual, el Pico Gilbo se encuentra en una zona de altísimo valor ecológico. El entorno cuenta con una biodiversidad excepcional: bosques de hayas y robles, praderas de montaña, y flora adaptada a las condiciones calcáreas.
En cuanto a la fauna, es posible observar rebecos, jabalíes, corzos, águilas reales, alimoches y hasta el mítico oso pardo. No es raro, además, ver a vacas y caballos pastando libremente en los prados cercanos.
Es un lugar perfecto para reconectar con la naturaleza, respirar aire puro y dejarse llevar por la paz que solo se encuentra en la montaña.
Consejos para subir al Pico Gilbo
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Lleva calzado de montaña con buen agarre.
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Si haces la ruta en invierno o primavera, consulta el estado del terreno: puede haber nieve o barro.
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Lleva agua y algo de comida. No hay fuentes en el tramo final.
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No olvides tu cámara de fotos. Las vistas desde la cima lo merecen.
Y, sobre todo, disfruta del camino. Porque más allá de la meta, subir al Pico Gilbo es una experiencia para saborear paso a paso.
Final perfecto: descanso en nuestro hotel
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El Pico Gilbo es mucho más que una montaña. Es una escapada al corazón de la naturaleza leonesa, un reto para el cuerpo y una delicia para los sentidos. ¿A qué esperas para descubrirlo?