Son nada menos que siete Reservas de la Biosfera en León reconocidas por la UNESCO, un récord que habla de la enorme importancia ambiental y cultural de este territorio.
León es una provincia privilegiada por la naturaleza. Su diversidad paisajística, su riqueza en flora y fauna, y el esfuerzo por preservar sus ecosistemas la han convertido en la provincia de España con más Reservas de la Biosfera.
Pero, ¿qué es una Reserva de la Biosfera? Se trata de un reconocimiento internacional que otorga la UNESCO a zonas que combinan la conservación de la biodiversidad con el desarrollo sostenible de las comunidades locales. En estas áreas se protege el medio ambiente, pero también se promueve la investigación, la educación ambiental y las actividades económicas tradicionales que respetan la naturaleza.
A continuación, te presentamos las 7 Reservas de la Biosfera en León, cada una con sus propios paisajes, pueblos con encanto y tesoros naturales.
1. Reserva de la Biosfera de Babia
Situada en el noroeste de la provincia, la comarca de Babia da nombre a esta Reserva de la Biosfera reconocida en 2004. Sus extensos valles, praderas de altura, lagunas glaciares y la presencia de especies emblemáticas como el oso pardo o el urogallo cantábrico hacen de ella un enclave de alto valor ecológico.
Babia es también tierra de trashumancia y pastoreo tradicional, con un rico patrimonio etnográfico y cultural. Su paisaje de montaña está dominado por los macizos de la sierra de Los Grajos y la sierra de la Mortera.
Esta reserva está compuesta por los municipios de Cabrillanes y San Emiliano. Su nombre dio lugar a la expresión popular «estar en Babia», debido a la belleza de su paisaje que llevaba a los reyes a evadirse en esta zona durante el verano.
2. Reserva de la Biosfera de Los Argüellos
Ubicada en la montaña central leonesa, esta reserva se caracteriza por sus abruptas formaciones de roca caliza, profundos valles, hoces y una biodiversidad única. Fue declarada Reserva de la Biosfera en 2005.
Los Argüellos albergan especies amenazadas como el gato montés, el lobo ibérico y aves rapaces como el alimoche o el águila real. La arquitectura tradicional, los chozos de pastores y la presencia de pueblos como Valdelugueros o Vegacervera, dotan a esta zona de un gran valor cultural.
En la reserva también se encuentra la cueva de Valporquero, una joya geológica que atrae a miles de visitantes cada año, y un punto clave para la educación ambiental en la provincia.

3. Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga
Se trata de una de las reservas de la biosfera más accesibles, ya que se encuentra en el entorno del municipio de La Pola de Gordón y Villamanín, muy cerca de la capital leonesa. Fue reconocida como Reserva de la Biosfera en 2005.
Esta reserva destaca por sus contrastes entre zonas de montaña, bosques de hayas, prados de altura y paisajes de origen glaciar. El oso pardo y el águila real son las estrellas dentro de su fauna salvaje. En ella se desarrollan actividades tradicionales como la apicultura, la ganadería extensiva o la recogida de plantas medicinales.
Cuenta con diversas rutas y miradores, y bosques de especial interés como el del Faedo de Ciñera (mejor bosque de España en 2008) o los encinares relictos del valle de Huergas y Llombera, además de más de 20 lugares declarados de interés geológico..
4. Reserva de la Biosfera de los Valles de Omaña y Luna
Dentro de las Reservas de la Biosfera en León, esta fue declarada en 2005, esta reserva es una de las más extensas de la provincia. Abarca los municipios de Riello, Murias de Paredes (donde se encuentra el Centro de Interpretación de esta reserva), Sena de Luna, Los Barrios de Luna, entre otros.
Es una zona de gran diversidad de paisajes: hayedos, robledales, pastizales, ríos trucheros y montañas que alcanzan los 2.000 metros de altitud. Además, forma parte del corredor ecológico que conecta otras reservas, lo que la convierte en un punto clave para la biodiversidad.
Las tradiciones locales, como las ferias ganaderas, la arquitectura popular o la elaboración de productos artesanales, siguen muy vivas en estos valles, donde, desde el punto de vista turístico destaca el el embalse de Barrios de Luna uno de los pocos navegables de la provincia de León

5. Reserva de la Biosfera del Valle de Laciana
Esta reserva, declarada en 2003, se encuentra en el noroeste de la provincia y está íntegramente dentro del municipio de Villablino. Su territorio está marcado por el valle del río Sil, entre bosques autóctonos, brañas y montañas.
Es uno de los mejores lugares para la observación de fauna salvaje, ya que aquí conviven diversas especies, destacando por encima de todas el oso pardo y el urogallo. Además, la reserva mantiene un equilibrio entre la actividad minera, el turismo y la protección ambiental.
Cuenta con rutas de senderismo, como la vía verde de Laciana (con unos 8 kilómetros acondicionados desde Villablino a Caboalles de Arriba), y con recursos culturales como la vivienda lacianega, representativa de la arquitectura tradicional de la montaña leonesa.
6. Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses
En el extremo noroeste de la provincia, lindando con Galicia, encontramos esta espectacular reserva que fue declarada en 2006. Incluye municipios como Candín, Peranzanes y Vega de Espinareda.
Su paisaje de montaña, con profundos valles, bosques atlánticos, brañas y aldeas con herencia celta, es de una belleza incalculable. Las pallozas, viviendas tradicionales de origen prerromano, son uno de sus principales iconos, que podemos encontrar, por ejemplo, en la encantadora localidad de Balouta junto con hórreos en buen estado de conservación.
La reserva es también refugio de especies como el oso pardo que comparte espacio con rebecos, corzos o cabras montesas. La convivencia entre naturaleza, tradición y cultura convierte a esta zona en un destino único para el turismo sostenible.
7. Parque Nacional de los Picos de Europa (Zona leonesa)
Aunque comparte territorio con Asturias y Cantabria, el sector leonés de los Picos de Europa forma parte de esta red de Reservas de la Biosfera desde 2003.
La zona de Valdeón y Sajambre ofrece algunos de los paisajes más espectaculares del norte de España, con cumbres afiladas, gargantas profundas como la del Cares, y pueblos de montaña con gran encanto.
La Reserva es también un espacio para el ecoturismo, con actividades como senderismo, escalada, observación de aves y visitas culturales.
La imprescindible Ruta del Cares, la localidad de Riaño con sus «fiordos leoneses» o los impresionantes miradores de Los Valles de Valdeón y Sajambre son algunos de los tesoros que guarda esta Reserva de la Biosfera para el turista.
Las Reservas de la Biosfera en León son el mejor ejemplo de cómo la naturaleza y el ser humano pueden convivir en armonía.
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